El viernes pasado, Samsung lanzó un comunicado anunciando que pararía la venta de su último lanzamiento extrella: el Galaxy Note 7 a dos semanas de que saliera al mercado ¿La razón? Habían reportes de incendio de 24 unidades mientras se cargaban. Un duro golpe a la reputación de la marca, ya que ponía en riesgo la salud de los consumidores. Samsung agregó que tardaría unas dos semanas en preparar los dispositivos de reemplazo para los teléfonos ya vendidos en los 10 mercados afectados.
No es la primera vez que la marca tiene problemas con la batería pero fueron casos puntuales en diversos modelos a lo largo de varios años. Lo del Galaxy Note 7 es más grave porque es un problema claramente detectado, y además en pleno lanzamiento del modelo estrella de la temporada. Se estima que solo en España puede suponer unas pérdidas en torno a los 40 millones de euros. Muchas otras marcas han sufrido fallos de fabricación como un ensamblaje incorrecto o chips defectuosos, pero no suelen afectar a tanta gente ni son tan alarmantes. El problema de una explosión es que puede causar quemaduras y/o heridas y puede dañar por completo el dispositivo y dejarlo inservible.
¿Por qué explotan las baterías?
Las baterías se basan en reacciones químicas controladas para almacenar la energía eléctrica con la que se alimenta el smartphone. Como utiliza litio, este presenta una densidad de energía muy alta y puede verse afectado por fugas térmicas por la baja calidad de los componentes o accidentes. Así, si hay un golpe se puede hacer un hoyo en el dispositivo y generar una reacción, elevando la temperatura hasta el nivel del incendio o incluso la explosión. Además, el uso de baterías no oficiales de baja calidad o cargadores pirata sobrecargan las baterías y pueden generar un accidente simplemente por el hecho de ser utilizadas. En este sentido, aunque cueste un poco más, es completamente recomendable el uso de componentes certificados y de alta calidad. Aquí radica el principal problema del Galaxy Note 7, ya que la teoría que se maneja es que la enorme demanda del Galaxy Note 7 ha llevado a Samsung a relajar los controles de calidad con el fin de poder abastecer la demanda y ha ocasionado las explosiones. Al fin y al cabo, estos controles existen precisamente para eliminar las unidades con daños potenciales y si se eliminan, es una cuestión de probabilidad que empiecen a fallar en diverso grado.
¿Como aprovechará este grave error Apple? Lo veremos el siguiente miércoles.
C.