Grandes empresas encabezan un boicot publicitario contra Facebook

Más marcas se suman al boicot publicitario en contra de Facebook

Facebook enfrenta una nueva ola de presión para exigir mejoras en sus políticas contra los discursos de odio y división que circulan en sus plataformas. En este caso, varias marcas de renombre iniciaron un boicot publicitario, en rechazo a la manera en que estos espacios manejan los mensajes publicados.

La última gran firma en sumarse a esta iniciativa fue Coca-Cola, que anunció la suspensión de todos sus avisos en Facebook “durante al menos 30 días” a partir de julio y remarcó que “no hay lugar para el racismo en el mundo y no hay lugar para el racismo en las redes sociales”.

“Nos tomaremos este tiempo para reevaluar nuestras políticas publicitarias para determinar si se necesitan revisiones. También esperamos una mayor responsabilidad y transparencia de nuestros socios de redes sociales”, indicó James Quincey, presidente y CEO de la empresa, en un escueto comunicado.

Unilever -la multinacional de productos de consumo y propietaria de unas 400 marcas como Axe, Dove o los tés Lipton- había anunciado previamente una medida similar, pero que se extenderá hasta al menos hasta fin de año y alcanzará también a Twitter. En diálogo con el periódico The Wall Street Journal, el vicepresidente de medios globales de la compañía, Luis Di Como, señaló que “seguir publicitándonos en estas plataformas en este momento no daría valor añadido a la gente y la sociedad”. “Dada la actual polarización y las elecciones que tenemos en Estados Unidos, tiene que haber mucho más cumplimiento en el área del discurso de odio”, reclamó.

En total, más de 90 anunciantes, entre los que se incluyen Verizon, Patagonia, North Face y Honda, se han unido a este boicot publicitario, según detalla el grupo de activismo publicitario Sleeping Giants. Esta ola se da luego de que distintas organizaciones de derechos civiles llamaran a retirar las publicidades de Facebook durante el mes de julio para presionar por mejoras en el combate de los discursos de odio y desinformación.

La campaña se llama “Stop Hate for Profit” (“Alto al Odio por Lucro”) y fue iniciada por varios grupos civiles estadounidenses tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd bajo custodia policial, luego de que un policía presionara su cuello con su rodilla.

La primera reacción negativa para las compañías de internet se registró en los mercados de valores. Las acciones de Facebook cerraron el viernes 26 de junio con una caída del 8% con pérdidas de 7,000 millones de dólares y las de Twitter lo hicieron con una merma del 7%.

La vicepresidenta de Soluciones Globales para clientes de Twitter, Sarah Personette, expresó en un comunicado que “somos respetuosos con las decisiones de nuestros socios y continuaremos trabajando y comunicándonos estrechamente con ellos durante este tiempo”.

“Hemos desarrollado políticas y capacidades de plataforma diseñadas para proteger y servir a la conversación pública y, como siempre, estamos comprometidos a amplificar las voces de las comunidades subrepresentadas y los grupos marginados”, añadió.

Por su parte, un vocero de Facebook destacó las inversiones que la compañía realiza en inteligencia artificial para detectar los discursos de odio, aunque admitió que “tenemos más trabajo por hacer, y continuaremos trabajando con grupos de derechos civiles y otros expertos para desarrollar aún más herramientas, tecnología y políticas para continuar esta lucha”.

En ese sentido, y en medio del boicot publicitario de grandes empresas, Mark Zuckerberg, anunció que la red social aplicará una alerta a los usuarios cuando una figura política o un usuario de relevancia publique un mensaje que viole su normativa, algo que podría afectar las publicaciones de Donald Trump.

“Empezaremos a alertar sobre estos contenidos que decidimos mantener porque son noticiosos, para que la gente sepa que este es el caso. Permitiremos que se compartan estos mensajes para que sean condenados, como hacemos con cualquier otro contenido problemático”, afirmó Zuckerberg.

Agregó que serán prohibidos los contenidos de odio en los anuncios pagados, que expresen “desprecio, rechazo o repulsión” hacia inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo o que sugieran que ciertas personas son una amenaza a la seguridad, la salud o la supervivencia de otros en base a su raza, etnia, origen nacional, religión, casta, orientación sexual, género o estatus migratorio.

Pese a estas modificaciones, las decisiones de Facebook son insuficientes para Rashad Robinson, presidente del grupo de derechos civiles Color Of Change, uno de los que lidera la campaña de boicot publicitario. “Lo que hemos visto en el discurso de hoy de Mark Zuckerberg es la incapacidad de luchar con los daños que Facebook ha causado en nuestra democracia y derechos civiles. Si esta es la respuesta que está dando a los principales anunciantes que retiran millones de dólares de la compañía, no podemos confiar en su liderazgo”, escribió en Twitter.

C.

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