Twitter ha anunciado que cerrará Periscope, su aplicación de emisiones en directo, en marzo de 2021, al considerar que se ha vuelto “insostenible” a causa de la caída en el número de usuarios en los últimos años. “La verdad es que la aplicación de Periscope se encuentra en un estado de mantenimiento insostenible, y lo ha estado por bastante tiempo. En los últimos años, hemos visto una caída de usuarios y sabemos que el costo de mantenerla aumentará a medida que pase el tiempo”, apuntaron en un comunicado desde Twitter.
Las funciones de Periscope se fueron integrando por la propia aplicación de Twitter paulatinamente en servicios como Twitter Live, con lo que la primera pasó a ser prescindible. En los próximos días, dejarán de poderse crear nuevas cuentas en Periscope, y en marzo de 2021 la aplicación dejará de estar disponible en las tiendas virtuales. Hasta entonces, los internautas que lo deseen podrán descargarse una copia de sus vídeos y datos para conservarlos.
“Seguimos creyendo en el poder del video en vivo para resolver problemas impactantes, por lo que hemos traído la mayoría de las prestaciones principales de Periscope a Twitter”, ha asegurado la empresa. “Probablemente hubiéramos tomado esta decisión antes si no hubiese tenido lugar todo el reordenamiento de proyectos debido a los acontecimientos de 2020″.
Twitter compró Periscope en 2015 para permitir a sus usuarios hacer “streaming” de vídeo en directo con un teléfono móvil. Los vídeos pasaban entonces a estar disponibles para su visionado tanto en directo como durante las 24 horas que seguían a la grabación.
Cuando un usuario realizaba una emisión, sus seguidores recibían una notificación y al acceder al vídeo podían hacer comentarios en directo y también indicar que les gustaba enviando corazones al autor. El fundador de la app era Kayvon Beykpour, un californiano nacido a finales de 1988 y licenciado en Stanford quien apostó por los vídeos en vertical y que antes de acabar la app ya se la había vendido a Twitter.
Esta no ha sido la única mala experiencia de Twitter con compras de aplicaciones. En 2016 anunció el cierre de la aplicación móvil Vine. La red social la había comprado en octubre de 2012 y lanzó el servicio en enero del año siguiente. La receta era sencilla: vídeos muy cortos que se repetían en bucle. El encanto de esta aplicación eran sus limitaciones. Los vídeos, no podían durar más de seis segundos, y eran el continente perfecto para pequeñas historias de tono humorístico muy virales. Gracias a este innovador formato, Vine alcanzó su cúspide en agosto de 2014 cuando, según los datos de 7Park Data el 3,6% de los usuarios de Android en Estados Unidos usaban la aplicación al menos una vez al mes.
Parece que los pasos de Twitter con formatos y apps de video aún son fugaces y aún sigue en la búsqueda perfecta para poder ser un referente de la categoría.
C.
