Intel ha anunciado sus primeros procesadores de 10ª generación en la edición de Computex 2019. Estos chips cuentan con arquitectura Ice Lake de 10 nm y ofrecen una gran mejora de rendimiento, además de un chipset que incluye WiFi 6 y Thunderbolt 3, entre otros.
Aún así, Intel llega tarde, luego de que AMD presentara en el mismo evento sus esperados procesadores de la serie Ryzen 3000 con arquitectura Zen 2 de 7 nm. Estos chips de escritorio son los primeros en usar una arquitectura de ese tamaño, y han sido calificados como mejores a los de su más cercano competidor.
El primer destino de los procesadores Ice Lake es el de los ordenadores portátiles. Intel ha lanzado modelos de bajo consumo que tienen TDPs que van de los 9 a los 28 W. Así abarcarán desde convertibles, Ultrabooks e incluso tabletas. Estos microprocesadores de las familias Core i3, Core i5 y Core i7 de 10ª generación cuentan con hasta 4 núcleos y 8 hilos de ejecución y con frecuencias que pueden llegar a los 4,1 GHz en modo turno.
Como acostumbra a hacer la compañía, primero han anunciado los chips de bajo consumo que van a llegar bajo la nueva arquitectura, y que posteriormente son seguidos por los de escritorio meses después.
Los primeros chips serán Intel Core i3, i5 e i7 con unos TDP de 9, 15 y 28 vatios, por lo que estamos ante chips para portátiles (Ice Lake-U), que son los primeros en estrenar el diseño de núcleos Sunny Cove revelado el año pasado. La configuración más potente llevará hasta 4 núcleos y 8 hilos, con una cache de 8 MB y una frecuencia máxima de 4,1 GHz. El soporte para memoria RAM será de 3733 MHz par a LPDDR4, y DDR4-3200 para los dimms completos.
Según Intel la mejora es de momento confusa en cuanto a la CPU: el crecimiento es del 18% en cuanto al IPC (Instructions Per Clore) al compararlo respecto a los micros Skylake que la empresa lanzó hace 4 años.
Esta mejora dista mucho del 15% que ha mejorado AMD con los Ryzen 3000, pero también hay que reseñar que AMD tenía mucho margen de mejora en ese aspecto, mientras que Intel ya ofrece un buen IPC actualmente.
En cuanto a la tarjeta gráfica integrada Iris Plus, Intel ha puesto su nuevo diseño basado en Gen11, con un rendimiento de 1 TFLOP y unas mejoras que ya hacían falta, como Adaptive Sync, compatibilidad con HDMI 2.0 para imágenes hasta 4K a 60 Hz y HDR. De hecho, soportan hasta 5K a 60 Hz, o 4K a 120 Hz con 10 bits. La frecuencia máxima de esta iGPU será de 1,1 GHz. Su rendimiento permitirá jugar en 1080p a juegos poco potentes, con un rendimiento que será casi igual que el de una Xbox One S.
Hay otros ámbitos en los que Intel promete avances interesantes, como la codificación de vídeo HEVC, que ahora es el doble de rápida, y el trabajo con tareas de inteligencia artificial como reconocimiento de imágenes que según Intel permite hacerse 2,5 veces más rápido con estos procesadores.
Esas mejoras serán variables: Intel no ha indicado aún qué modelos estarán disponibles los procesadores Ice Lake y cuáles serán los detalles de todos ellos, aunque son sus procesadores más ambiciosos.
Otro de los cambios interesantes en la familia es la llegada de las tecnologías Thunderbolt 3 y Wi-Fi 6 a estos procesadores, algo que era difícil encontrar en la 9ª generación y que ahora logran integrar en más modelos.
Para poder ver estos cambios se estima que se tendrá que esperar a septiembre para ver el nombre de los primeros chips con Ice Lake, ya que no han dado fecha aún.
C.